asconian's blog
LUCHANDO CON UN ALBAÑIL ALFA
El calor de aquella tarde de agosto era insoportable. No llevaba camiseta, solo unos vaqueros, y aun así, el bochorno hacía que mi piel estuviera sudorosa.
Esperaba a Adrián, un albañil, que venía a terminar unos trabajos en casa. Cuando llegó, apenas había entrado cuando se pasó la mano por la frente y resopló. Los dos eramos jovenes. Casi de la misma edad.
—Joder, qué calor… ¿Te importa si me saco la camiseta? Dice Adrian
—Hazlo, no quiero que te desmayes antes de terminar el trabajo.
Sonrió y se la quitó. Cuando lo vi bien, me llevé una sorpresa. Adrián tenía un torso y brazos musculosos, trabajado, con una definición que solo se logra con esfuerzo constante. Me recordó a mí mismo, pero con un aire más rudo, y más callejero.
Deberíamos de tener más o menos la misma edad, pero de repente levantó dos sacos de cemento con las manos sin inmutarse. Y pensé sin duda que era un puro macho alfa: „Esos no son esteroides es fuerza bruta“; de repente comencé a sentirme más y más excitado por los movimientos de Adrián; haciendo el trabajo comenzaba a sudar. Un tattoo en su pecho y su pelo corte militar lo hacían devastadoramente sexy.
Rudo como los albañiles de las pelis porno. La piel comenzaba a brillar iluminada como si fuese un dios griego.
Saqué mi camiseta porque también tenía mucho calor y él me contempló sonrío y se dirigió a mí.
—Se nota que entrenas —comentó, mirándome de reojo—. Pero dime, que practicas
-Jiu Jitsu, y no soy demasiado malo le dije
Adrián me miró con una sonrisa ladeada.
—No necesito gimnasio. Nadie me ganaría en una pelea. Quien lo intenta en la obra, termina comiendo el suelo.
¿Desafío?.¿Tendría técnica o solo fuerza? La curiosidad se apoderó de mí
—Suena como alguien que no ha peleado con el oponente adecuado. Le dije con chulería. Mi cuerpo pedía bulla.
Él se cruzó de brazos, desafiándome.
—¿Eso crees? Tu lo dudo.
Era una declaración de guerra. Era muy chulo.
Adrián dudó un instante. Si aceptaba y ganaba con facilidad, Frank quedaría humillado. Y si eso pasaba, ¿qué diría la gente? ¿Qué diría su jefe? ¿Qué pasaría con su trabajo? No podía arriesgar su estabilidad por una simple provocación.
Pero insistí. Y lo hice con una mirada que no era la de un tipo imprudente ni fanfarrón. Era la de alguien que realmente quería testar mis límites fuera del gym en un entorno real. Adrián dudó por un momento.
—No sé si sea buena idea.
—¿Tienes miedo?, dije?
Eso lo encendió.
—coño no quiero humillarte.
-No te cortes “chupa andamios”, le dije.
Sonrió
-Te vas a arrepentir. Sin jiu jitsu ni pollas. Puso unos ojos peligrosos, y una sonrisa retadora.
Sin más aviso, intentó sorprenderme con un empujón, pero lo esquivé y le barrí las piernas. No cayó, sino que rodó sobre el sofá y usó el impulso para lanzarse sobre mí. Rodamos juntos, cayendo sobre los cojines, forcejeando por la ventaja.
—No está mal… —gruñó, intentando bloquearme.
Nos revolcamos por el sofá hasta que él logró levantarme y empujarme contra la pared. Su pecho fuerte se pegó al mío, y por un segundo nos quedamos así, jadeando. Luego reaccioné y me liberé con un giro de cadera, derribándolo sobre la mesa de centro.
Pero Adrián no cedió. Se recuperó de inmediato y me atrapó en un agarre feroz, intentando arrastrarme al suelo. La lucha se volvió más caótica. Rodamos por la alfombra, golpeando muebles sin importarnos nada. El sudor hacía que nuestros cuerpos resbalaran, pero ninguno soltaba al otro. Como dos perros embravecidos peleando por un hueso.
—No te lo voy a poner fácil —gruñí entre dientes, con su brazo intentando rodear mi cuello.
—Ni yo a ti…
Durante largos minutos, la pelea se convirtió en un combate de pura resistencia. Golpes, llaves, forcejeos. Cada uno intentaba dominar al otro, pero la energía comenzaba a agotarse.
Finalmente, después de un forcejeo brutal, nos separamos, cayendo de espaldas sobre la alfombra, respirando con dificultad. Permanecimos ahí unos segundos, el techo girando sobre nuestras cabezas.
—Dame un minuto… —murmuró Adrián, pasándose la mano por el rostro sudoroso.
Me reí, aún sin aliento, y me incorporé lentamente.
—Agua —dije, señalando la mesa con la cabeza.
Él asintió, arrastrándose hasta alcanzar una botella de agua. Me lanzó una y bebimos en silencio, sentados en el suelo, con los músculos aún tensos por el esfuerzo. El descanso apenas duró un par de minutos.
Adrián se limpió la boca con el antebrazo y sonrió.
—Bien… segunda ronda. Te voy a reventar
-De momento eres poco tío; lo provoqué.
Me abalanzó la botella vacía, obligándome a esquivarla, y en el instante en que bajé la guardia, ya estaba sobre mí. Rodamos nuevamente, golpeando una silla, derribando una lámpara. Nos abrimos paso a empujones hasta la cocina, chocando contra el fregadero. Me empujó contra la encimera y trató de doblarme el brazo, pero giré y lo hice chocar de espaldas contra la nevera.
Adrián gruñó, pero usó la puerta del refrigerador para impulsarse y atraparme en una llave de piernas. Rodamos por el suelo de la cocina, resbalando con el sudor. De alguna manera, terminamos derribando la mesa, cubiertos de botellas y cubiertos caídos.
—Maldita sea… —murmuré, apoyándome en mis manos para incorporarme.
Adrián resopló, dándose la vuelta para quedar boca arriba.
—¿Otra pausa?
Nos quedamos tendidos en el suelo, respirando pesadamente.
—Solo un minuto —respondí.
Esta vez no hubo agua, solo silencio y el sonido de nuestras respiraciones agitadas. Pero el instinto competitivo seguía encendido.
De repente, ambos nos movimos al mismo tiempo. Éramos dos alfas, y uno sobraba.
El choque fue brutal. Gemidos y jadeos. Estabamos al limite. Pero nadie se iba a rendir. Salimos rodando de la cocina y terminamos en el pasillo, chocando contra la pared, forcejeando en un espacio estrecho. Nos golpeamos contra los marcos de las puertas, nos derribamos mutuamente sobre el sofá, nos levantamos, seguimos peleando. Cuerpo a cuerpo, músculo, músculo, brazos y piernas, que se enredan para destrozarse uno a otro. Y ninguno iba a perder; dos egos dominantes chocaban en aquella tarde de verano, y saltaban chispas con cada contacto.
Finalmente, terminamos en la terraza trasera.
Adrián intentó un último derribo, pero me aferré a su cintura, giré y caímos juntos sobre el césped húmedo. Nos inmovilizamos el uno al otro, ninguno dispuesto a soltar. Nuestros cuellos agarrados.
-Ríndete cabrón, le grito apretando su cuello.
Adrian aprieta el de mío.
-Nunca. Te rindes o te parto el cuello.
Unos minutos, agarrados como cobras. Ninguno se movía. Solo se escuchaban los jadeos y gruñidos.
Hasta que los músculos se negaron a seguir.
—Mierda… —resopló Adrián. Palmeó.
Y dejó escapar una carcajada baja.
—Sí… esta vez, ganas. Pero esto no se queda así
-Cuando quieras…campeón.
C12sarin (13 )
9/23/2025 6:55 AMIncreíble historia
Sibeasterus (13)
9/23/2025 12:07 PMExcellent. But what does constructor worker have to do in the house full of furniture?))) If it was new-build house or (much better) deserted house, it would be more exciting)))
asconian (9)
9/23/2025 12:19 PM(In reply to this)
Painting?. It is a real tale with different ending. I was beaten 😂
Sibeasterus (13)
9/23/2025 1:52 PM(In reply to this)
Painting in the house with furniture? All your furniture will be stained after this Albanian's work.
But fortunately you and he have destroyed everything and you can begin new life in new house)))
LeeLocks (41)
9/23/2025 5:51 PMNow, now… Everything is possible @Sibeasterus! ;) / Great story, as always @Asconian!
I’m a big fan of how both of you write your stories @Asconian & @Sibasterus!
Never thought I would see the two of you in a virtual setting having a little fun fight with words. Who knows, maybe the two of you will fight one day in person and then tell us the story of how you destroyed each other and a place with your rough and sweaty fight. I cannot wait to read that story and to keep reading your stories here. Very enjoyable. Thank you for posting them.
asconian (9)
9/23/2025 5:55 PM(In reply to this)
Definitely we will for sure 😂.
Sibeasterus (13)
9/23/2025 8:15 PM(In reply to this)
No dangerous and hurting fights with furniture and refrigerator around))) Pure male wrestling on the meat or carpet or ground)))
SeattleFight (562)
9/24/2025 10:17 AM(In reply to this)
LeeLocks, why don’t you and I fight like that again?
LeeLocks (41)
9/24/2025 2:08 PMWhenever you want SeattleFight! I’m ready to fight like this again.
Maybe we can join these fine wrestlers and writers in their fight and they can record the epic battle with their eloquent words.