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The Golden Era of Wrestling

A Personal Reflection by Nick Lean

Some time ago, I read about the so-called Golden Era of Wrestling —and how nowadays it’s easier than ever to connect with others, whether from the athletic side, the fetish side, or simply the shared passion for wrestling.

And yes, it’s true.

I’ve been wrestling for more than fifteen years, mostly underground, without really knowing what I was building—just doing it because it felt right.

At first, I thought it all came from a fetish or sexual impulse, but over the years I understood it’s much deeper than that. Until you experience it, you can’t really understand the rush—the mix of desire, testosterone, and adrenaline that comes with a real fight.

For me, that energy turns into emotion and respect. I love learning, improving, feeling my opponent’s body resist, react, and finally give in. And when someone defeats me, all I can think is: Wow, what a great wrestler. I feel honored to have shared the mat with him.

Origins and Discovery

I come from Latin America, a region where wrestling has never had the space or recognition it deserves. In Peru, for example, wrestling isn’t part of school sports or culture. Unlike Mexico—where wrestling is tradition and spectacle—here it’s something you discover out of curiosity, instinct, or pure passion.

My story began watching MMA, or as it used to be called, vale tudo, on TV. Seeing two men fight with strength, skill, and focus had a huge impact on me. For a gay man, it was a powerful and liberating image—though at the time, it was also confusing.

For years I felt uncertain about my desires. I thought what attracted me was “weird,” something not right. Until I found communities like MeetFighters and later WatchFighters. That’s when I realized I wasn’t alone. This wasn’t something small—it was a whole universe.

The Wrestling Universe

Everyone in this world has their own style, taste, and limits. But what unites us is simple: the love for wrestling.

Just like there are universes for bondage or roleplay, the wrestling universe is equally vast and diverse—a community built with creativity, respect, and passion.

We are living a golden era. We create content, share stories, organize tournaments and events, and, most importantly, we build community.

What we once searched for in obscure websites or random videos, we now live and celebrate together.

Gratitude and Future

This isn’t a message to promote anything. It’s just something I rarely say out loud: I feel part of something real, strong, and beautiful.

I’m happy—truly happy—to have found people who share this passion, wrestlers I’ve met and fought, and the freedom to live this side of myself without fear or guilt.

Next year, I’ll take part for the first time in WrestleFest, New York 2026 —a wrestling festival I’ve always dreamed of attending. And I can’t describe how amazing it feels to do it freely, without the insecurities I once had.

Thank you to everyone who’s been part of this journey: those I’ve wrestled with, those who’ve written to challenge me, and those who’ve made time during trips or work just to share a match.

Now, more than ever, I feel wrestling is part of who I am.

If I once dreamed of traveling to see places, now I dream of traveling to meet rivals.

Because that’s part of the journey too.

Thank you for reading,

and for being part of this universe.

– Nick Lean

ES

La Era Dorada de la Lucha: Un Agradecimiento Personal

Hace un tiempo leí sobre la llamada época dorada de la lucha y sobre cómo hoy tenemos una facilidad increíble para conectar con otras personas —ya sea desde el lado deportivo, desde el lado más fetichista, o simplemente desde la pasión por luchar.

Y sí, es cierto.

Yo llevo más de quince años luchando, de una forma underground, sin saber muy bien qué era lo que estaba construyendo, solo porque lo sentía. Y si al principio creía que todo nacía desde un impulso fetichista o sexual, con los años entendí que esto va mucho más allá. Hasta que no se practica, no se comprende el nivel de deseo, adrenalina y testosterona que se liberan en una lucha. Es una sensación única.

En mi caso, ese impulso se transforma en una mezcla de emoción y respeto. Me encanta aprender, mejorar, sentir el cuerpo del otro respondiendo, resistiendo, cediendo. Y cuando alguien me supera, solo puedo pensar: ¡Guau, qué buen luchador! Me siento honrado de haber compartido el tapiz con él.

Orígenes y Descubrimiento

Vengo de Latinoamérica, un lugar donde la lucha no ha tenido el espacio ni la educación que merece. En Perú, por ejemplo, la lucha libre no es parte de la cultura escolar ni del deporte formativo. A diferencia de México, donde la lucha es espectáculo y tradición, aquí ha sido siempre algo que se explora por curiosidad, por impulso o por pura pasión.

Mi historia empieza viendo MMA —o como se conocía antes, vale tudo— por televisión. Aquello fue un impacto. Ver a dos hombres luchando cuerpo a cuerpo, con fuerza, técnica y entrega, era algo que despertaba algo profundo en mí. Para un hombre gay, fue una imagen potente y liberadora, aunque también confusa.

Durante años tuve cierto recelo de mis propios deseos. Sentía que lo que me atraía era “raro”, que no era correcto. Hasta que descubrí comunidades como MeetFighters y más tarde WatchFighters. Y ahí entendí que no estaba solo. Que esto no era algo pequeño, sino un universo entero.

El Universo de la Lucha

Cada persona en este mundo tiene su propio estilo, sus gustos, sus límites. Pero todos compartimos algo: la pasión por luchar. Y eso nos une.

Así como existen universos dedicados al bondage, al roleplay o a otros fetiches, el universo de la lucha es igual de amplio, profundo y diverso. Es una comunidad que se construye día a día con creatividad, respeto y deseo.

Hoy vivimos una época dorada. Creamos contenido, compartimos textos, videos, torneos, eventos, y lo más importante: construimos comunidad. Lo que antes solo veíamos en páginas o buscábamos en videos para entender “qué era esto”, ahora lo vivimos, lo compartimos y lo celebramos juntos.

Agradecimiento y Futuro

Este texto no busca vender nada. Solo expresar lo que pocas veces digo: me siento parte de algo grande, real y hermoso.

Estoy feliz. Feliz de haber encontrado gente que comparte esta pasión, de haber conocido luchadores con quienes me he enfrentado y conectado, y de poder hacerlo sin miedo ni culpa.

El próximo año tendré la oportunidad de participar por primera vez en WrestleFest, Nueva York 2026 —un festival de lucha que siempre soñé vivir. Y no puedo describir la emoción de poder hacerlo libremente, sin las inseguridades de antes.

Gracias a todos los que me han acompañado en este camino: a quienes he enfrentado, a los que me escriben para luchar, a los que intentan cuadrar agendas entre viajes y trabajos solo para compartir unos minutos en el tatami.

Hoy, más que nunca, siento que luchar forma parte de mi vida.

Y si antes soñaba con viajar para conocer lugares, ahora sueño con viajar para encontrar rivales.

Porque eso también es parte del viaje.

Gracias por leerme.

Gracias por ser parte de este universo.

– Nick Lean